La FIFA, institución que preside las distintas federaciones a nivel mundial, ha propuesto formalmente el proyecto de organizar un Mundial cada dos años después de 2030. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, expuso hace pocos días, en la Cumbre Global desde Qatar, los beneficios de dicho proyecto en un informe de 700 páginas.
Según datos obtenidos, un Mundial cada dos años resultaría en un aumento económico para la FIFA de aproximadamente 4.400 millones de dólares (USD). Con el dinero obtenido, invertirán en programas futbolísticos y proveerán a cada federación USD 16 millones. Asimismo, el impacto económico a nivel mundial sería de USD 80 mil millones y la creación de aproximadamente 1 millón de empleos en 16 años. En el informe se menciona que 63,7% de 30.390 personas implicadas en el estudio estaba a favor de la propuesta.
La UEFA y Conmebol rechazaron esto, pero es muy probable que en la próxima Cumbre Global en marzo se apruebe, ya que ambas confederaciones cuentan con apenas 65 votos de 211. CONCACAF, AFC, CAF y OFC tienen los votos restantes.
Opinión
El principal beneficio para este cambio es el económico. Más dinero obtendrá la FIFA, más dinero obtendrá cada federación y más oportunidades tendrá cada uno para clasificar. Sin embargo ¿dónde queda la competitividad?, ¿dónde queda la gloria?. Personalmente, pienso que la competición perdería su esencia y dificultad, incluso si añadimos que en 2026, 48 países disputarán el torneo en lugar de 32.
La cantidad de dinero que se repartirá es bastante, no obstante, cada federación debe utilizar sus recursos de manera eficiente para que se vean resultados. Si solamente el 5% – por ejemplo – se invierte en instalaciones pertinentes (canchas, centros médicos) y/o en desarrollar jugadores de calidad (programas de entrenamiento, educación), el resultado será decepcionante. Igualmente, el dinero recibido será malgastado si la mentalidad de entrenadores/jugadores no es positiva. Para eso, deben superar sus limitaciones y complejos, tener la confianza de no solo clasificar, sino también de triunfar.
Lo meritorio de ganar una Copa del Mundo es el trabajo, dedicación y sacrificio empleado. Es importante ser consistente y tomar decisiones acertadas. Solamente 8 países – Uruguay, Italia, Brasil, Inglaterra, Alemania, Argentina, Francia, España – han logrado levantar la copa, y los ocho, han demostrado ser dignos campeones gracias a su mentalidad, valentía y, en ciertos casos, magia futbolística – o técnica de sus jugadores. Podemos incluir a los Países Bajos en esa lista, una selección que ha dejado su marca pero que ha perdido tres finales a lo largo de su historia.
Un Mundial cada dos años no aumentará las posibilidades de que hayan distintos ganadores, sino que aumentará el dominio de las selecciones poderosas. Lo que sí ocurrirá será que el Mundial pierda su atractivo, como ocurrió con la Copa América, que tuvo 4 torneos en 7 años – 2015, 2016, 2019, 2021. La Eurocopa, por otro lado, apenas tuvo 2 – 2016, 2021 – y ninguna careció de emoción.
Para finalizar, en un deporte, lo apasionante no es cuanto dinero genera, sino el nivel de competitividad y calidad de juego. Lamentablemente, el fútbol se ha convertido más en negocio que deporte.
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